Pasa de mí, es lo más inteligente.

Una noche, de esas emocionantes, incluso flipantes. Qué va, esa noche no iba a ser ni hoy ni nunca. Se acabó, punto final, he terminado, esto ya era demasiado. He tardado en darme cuenta, pero lo he conseguido. Esto no iba a ser para siempre, ¿no crees? Mi camino no sigue los pasos del tuyo, ni el tuyo del mío. Te echaré de menos, si, pero tendré un buen recuerdo de lo que fue. No serás más que un simple recuerdo, de esos que no sabes ni que día ni que hora decidiste olvidarlo. Lo siento, lo que pudo ser y nunca fue ni será. Perdóname, no supe escucharte, era egoísta, me perdía en tus abrazos, en tus besos, en tu cuerpo. Seguiremos siendo amigos, pensé, algo como lo nuestro no es tan fácil de quedar así, y mucho menos llegar a ser amigos. Te quiero, y sé que un día me llegaste a querer.

Tú y yo, a tres metros sobre el cielo.

 

-Estoy feliz.

+Creo que yo más.

-No yo mucho más.

+Yo.. de aquí a Barcelona.

-Yo de aquí al cielo.

+¿Si? Pues yo muchísimo más.

-¿Cuánto?

+A tres metros sobre el cielo.

Ganas o pierdes, es así.

Aprendí que los amores pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden conventirse en grandes desconocidos y que los desconocidos pueden volverse mejores amigos. Que nunca terminamos de conocer a una persona de verdad, que el "nunca mas" nunca se cumple y que el "para siempre" siempre termina. Que el que quiere puede y lo consigue, el que arriesga no pierde nada y que perdiendo tambien se gana.