Perderme por el centro de Madrid. Comer helado de chocolate hasta cansarme. Bailar a las doce de la noche en mi habitación mientras todo el mundo duerme. Cantar por la mañana sin importarme los vecinos. Sonreirle hasta a la pantalla del ordenador. Dormir toda la noche, y todo el día. Enamorarme del que se enamore de mí. Darme un baño de espuma. Correr por el campo florecido. Jugar a no pisar las líneas de las baldosas del suelo. Afrontar la realidad, afrontar que tú no eres para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario